27 sept 2010

Seréis fuertes

EL VUELO DE LOS GANSOS


El próximo otoño, cuando veas a los gansos dirigiéndose hacia el sur para el invierno, fíjate que vuelan en forma de V. Tal vez te interese saber lo que la ciencia ha descubierto del porque lo hacen de esa forma y no de otra.
SE HA COMPROBADO que cuando cada pájaro bate sus alas, produce un movimiento en el aire que ayuda al pájaro que va detrás de él. Volando en V la bandada completa aumenta por lo menos el 71% más su poder que si cada pájaro volara solo.
Primera deducción: Cuando compartimos una dirección en común y tenemos sentido de comunidad, podemos llegar a donde deseamos más fácil y más rápido. Este es el beneficio de apoyo mutuo.
CADA VEZ QUE UN GANSO se sale de formación y siente la resistencia del aire, se da cuenta de la dificultad de volar solo y de inmediato se incorpora de nuevo a la fila para beneficiarse del poder del compañero que va adelante.
Segunda deducción: Si tuviéramos la lógica de los gansos nos conservaríamos unidos a aquellos que se dirigen en nuestra misma dirección.
CUANDO EL LÍDER de los gansos se cansa, se pasa a uno de los puestos de atrás y otro ganso toma su lugar.
Tercera deducción: Obtenemos resultados óptimos cuando hacemos turnos para realizar trabajos difíciles.
LOS GANSOS QUE VAN DETRÁS producen un sonido propio de ellos, y hacen esto con frecuencia para estimular a los que van adelante a mantener la velocidad.
Cuarta deducción: Una palabra de aliento produce grandes resultados.
FINALMENTE, cuando un ganso se enferma o cae herido de un disparo, dos de sus compañeros se salen de la formación y lo siguen para ayudarlo y protegerlo.
Se quedan con él hasta que este nuevamente en condiciones de volar o hasta que muere.
Solo entonces los dos acompañantes vuelven a la bandada o se unen a otro grupo.
Quinta deducción: Si tuviésemos la inteligencia de los gansos, nos mantendríamos uno al lado del otro ayudándonos y acompañándonos.

LA HISTORIA DEL LÁPIZ


El niño miraba a su abuela, que escribía una carta. En determinado momento, pregunto:
-¿Estás escribiendo una historia que nos sucedió a nosotros?
¿Y es, por casualidad, una historia sobre mí?
La abuela dejó de escribir, sonrió y comentó al nieto:
-Estoy escribiendo sobre ti, es verdad. Ahora bien, más importante que las palabras, es el lápiz que estoy usando. Me gustaría que fueras como él, cuando crezcas.
El niño miró el lápiz, intrigado, y no vio nada especial.
-Pero, ¡si es igual a todos los lápices que he visto en mi vida!
-Todo depende de cómo mires las cosas. Hay cinco cualidades en él que, si consigues conservarlas, te harán siempre una persona en paz con El Mundo.
Primera cualidad: Puedes hacer grandes cosas, pero no debes olvidar nunca que existe una mano que guía tus pasos. A esa mano la llamamos Dios y éste debe conducirte siempre en la dirección de su voluntad.
Segunda cualidad: De vez en cuando necesito dejar de escribir y usar el sacapuntas. Con eso el lápiz sufre un poco, pero al final está más afilado. Por tanto, has de saber soportar algunos dolores, porque te harán ser una persona mejor.
Tercera cualidad: El lápiz siempre permite que usemos una goma para borrar los errores. Debes entender que corregir una cosa que hemos hecho no es necesariamente algo malo, sino algo importante para mantenernos en el camino de la justicia.
Cuarta cualidad: Lo que realmente importa en el lápiz no es la madera ni su forma exterior, sino el grafito que lleva dentro. Por tanto, cuida siempre lo que ocurre dentro de ti.
Por último, la quinta cualidad del lápiz: Siempre deja una marca. Del mismo modo, has de saber que todo lo que hagas en la vida dejará huellas y procura ser consciente de todas tus acciones. 
                             Autor: Paulo Coelho

24 sept 2010

TONY MELENDEZ

LOS SENTIMIENTOS




Nunca más volveré a ser la persona amargada y problemática que he sido.
Voy a cambiar mi mal carácter por una actitud amable y apacible.
Puedo conseguirlo porque yo me lo propongo. En primer lugar, debo convencerme de que soy el único dueño y responsable de mi vida. No esperaré pasivamente que me sucedan todas las cosas buenas. Yo haré que ocurran. Cuando se presenten dificultades, allí estaré para afrontarlas. Soy capaz; debo confiar en mí.
Me haré cargo de los fracasos. Por ningún motivo volveré a culpar de ellos a la vida ni a las demás personas y menos aún, a castigarlas con mi hostilidad.
Cuando me sienta enojado por un motivo cualquiera, evitaré que lo noten. Nadie tiene por qué llevar el peso de mis problemas. Ejerceré un dominio total sobre mis pensamientos, de tal manera que pueda ocuparme de cada cosa a su debido tiempo. Si las cosas no salen bien, sabré aceptar que muchas veces salen mal aunque no me guste. Cada vez que esté irritado, me prometo conservar la calma. El que se mantiene tranquilo tiene mayor control sobre la situación. No responderé al primer impulso.
Me concederé tiempo suficiente para que se me ocurra una buena idea.
No puedo seguir estallando a todas horas.
Expresaré mi enojo a quien me provoque, de una forma tranquila y sincera.
Guardaré prudencia en aquellos momentos en los cuales es mejor
buena retirada que un mal enfrentamiento. Dejaré de intervenir ante muchas situaciones ajenas que no me afectan directamente. No me molestaré por ellas.
A las personas que les gusta espolear la ira de los demás, las dejaré a un lado.
No vale la pena encararlas. Los problemas diarios son pasajeros.
Así que le diré adiós a la costumbre de convertir en tragedias las contrariedades de la vida. A cada problema, le daré la importancia justa. No permitiré que un mal momento me perturbe durante todo el día. Fortaleceré mi voluntad para no dejarme avasallar por el enojo. Cada día estaré atento a todo aquello que es valioso o que representa un motivo de alegría. No me detendré a criticar ni a quejarme. Miraré el lado agradable de las cosas y las cualidades positivas de las personas.
Aprenderé a reírme de la vida, de los problemas, de mí mismo.
Haré de la alegría toda una forma de ser. La serenidad y el buen humor serán los rasgos más notables de mi carácter. Resultará muy agradable para quienes me rodean ser atendidos por mí, contar con mi amistad o con mi compañía. Por fin me sentiré verdaderamente a gusto conmigo mismo.

LA MARIONETA


Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo, y me regalara un trozo de vida, posiblemente no diría todo lo que pienso, pero en definitiva pensaría todo lo que digo.
Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan. Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz.
Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen, escucharía mientras los demás hablan, y cómo disfrutaría de un buen helado de chocolate. Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol, dejando al descubierto, no solamente mi cuerpo sino mi alma. Dios mío, si yo tuviera un corazón... Escribiría mi odio sobre el hielo, y esperaría a que saliera el sol. Pintaría con un sueño de Van Gogh sobre las estrellas un poema de Benedetti, y una canción de Serrat sería la serenata que le ofrecería a la luna. Regaría con mis lágrimas las rosas, para sentir el dolor de sus espinas, y el encarnado beso de sus pétalos. Dios mío, si yo tuviera un trozo de vida... No dejaría pasar un solo día sin decirle a la gente que quiero, que la quiero. Convencería a cada mujer u hombre de que son mis favoritos y viviría enamorado del amor. A los hombres les probaría cuan equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse. A un niño le daría alas, pero dejaría que él sí aprendiese a volar. A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez sino con el olvido. Tantas cosas he aprendido de ustedes los hombres... He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada. He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puno por vez primera el dedo de su padre, lo tiene atrapado para siempre. He aprendido que un hombre únicamente tiene derecho de mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarlo a levantarse. Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes, pero finalmente de mucho no habrán de servir porque cuando me guarden dentro de esta maleta, infelizmente me estaré muriendo. 
                                 Gabriel García Márquez

SI SUPIERAS



Si supiera que ésta fuera la última vez que te voy a ver dormir,
te abrazaría fuertemente y rezaría al Señor 
para poder ser el guardián de tu alma.
Si supiera que ésta fuera la última vez que te viera salir por la puerta
te daría otro abrazo, un beso y te llamaría de nuevo para darte más.
Si supiera que ésta fuera la última vez que voy a oír tu voz,
grabaría cada una de tus palabras para poder escucharte 
una y otra vez indefinidamente.
Si supiera que estos son los últimos minutos que te vería,
diría que te quiero y no asumiría tontamente que ya lo sabes.
Siempre hay un mañana y la vida nos da otra oportunidad
para hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy
es todo lo que nos queda, me gustaría decirte cuanto te quiero
y que nunca te olvidaré.
El mañana no le está asegurado a nadie, joven o viejo.
Hoy puede ser la última vez que veas a los que amas.
por eso no esperes más, hazlo hoy porque si el mañana nunca llega,
seguramente lamentarás el día que no tomaste tiempo
para una sonrisa, un abrazo, un beso y que estuviste
muy ocupado para concederle a alguien un último deseo.
Mantén a los que amas cerca de ti, 
dijes al oído lo mucho que los necesitas,
quiérelos y trátalos bien, toma tu tiempo para decirles lo siento, perdóname,
por favor, gracias y todas las palabras de amor que conoces.
Así, si el mañana nunca llega, no tendrás remordimientos hoy.
"Nadie te recordará por tus pensamientos secretos"
Pide al Señor la fuerza y sabiduría para expresarlos.

13 LÍNEAS PARA VIVIR


1. Te quiero no por quien eres, sino por quien soy cuando estoy contigo.
2. Ninguna persona merece tus lágrimas, y quien se las merezca no te hará llorar.
3. Sólo porque alguien no te ame como tú quieres, no significa que no te ame con todo su ser.
4. Un verdadero amigo es quien te toma de la mano y te toca el corazón.
5. La peor forma de extrañar a alguien es estar sentado a su lado y saber que nunca lo podrás tener.
6. Nunca dejes de sonreír, ni siquiera cuando estés triste, porque nunca sabes quién se puede enamorar de tu sonrisa.
7. Puedes ser solamente una persona para el mundo, pero para una persona tú eres el mundo.
8. No pases el tiempo con alguien que no esté dispuesto a pasarlo contigo.
9. Quizá Dios quiera que conozcas mucha gente equivocada antes de que conozcas a la persona adecuada, para que cuando al fin la conozcas sepas estar agradecido.
10. No llores porque ya se terminó, sonríe porque sucedió.
11. Siempre habrá gente que te lastime, así que lo que tienes que hacer es seguir confiando y sólo ser más cuidadoso en quien confías dos veces.
12. Conviértete en una mejor persona y asegúrate de saber quién eres antes de conocer a alguien más y esperar que esa persona sepa quién eres.
13. No te esfuerces tanto, las mejores cosas suceden cuando menos te las esperas.