Un conferencista muy reconocido comienza su seminario
teniendo muy en alto un billete de 50.000 Pesos.
Él le pregunta a la gente:
"¿Quién quisiera tener este billete?"
Las manos comienzan a levantarse, entonces dice:
"Voy a darle este billete de 50.000 Pesos a alguno de ustedes,
pero antes déjenme hacer algo con el."
El arruga entonces el billete con fuerza y pregunta:
"¿Aún quieren este billete?"
Las manos continúan levantadas.
"Bueno, de acuerdo, pero ¿qué pasaría si hago esto?"
El bota el billete arrugado al piso y salta con los pies juntos encima,
espichándolo lo más posible y cubriéndolo con el polvo del piso.
Enseguida pregunta: "¿Quién quiere todavía este billete?"
¡Evidentemente las manos continúan levantadas!
"Amigos míos, acaban de aprender una lección...
poco importa lo que yo haga con este billete, siguen queriéndolo
porque su valor no ha cambiado, cuesta todavía 50.000 Pesos."
"Piensen ahora en ustedes, en su vida.
Muchas veces se sentirán arrugados, rechazados,
ensuciados por la gente o por los acontecimientos."
Tendrán la impresión de no valer nada
¡pero en realidad su valor no habrá cambiado a los
Él le pregunta a la gente:
"¿Quién quisiera tener este billete?"
Las manos comienzan a levantarse, entonces dice:
"Voy a darle este billete de 50.000 Pesos a alguno de ustedes,
pero antes déjenme hacer algo con el."
El arruga entonces el billete con fuerza y pregunta:
"¿Aún quieren este billete?"
Las manos continúan levantadas.
"Bueno, de acuerdo, pero ¿qué pasaría si hago esto?"
El bota el billete arrugado al piso y salta con los pies juntos encima,
espichándolo lo más posible y cubriéndolo con el polvo del piso.
Enseguida pregunta: "¿Quién quiere todavía este billete?"
¡Evidentemente las manos continúan levantadas!
"Amigos míos, acaban de aprender una lección...
poco importa lo que yo haga con este billete, siguen queriéndolo
porque su valor no ha cambiado, cuesta todavía 50.000 Pesos."
"Piensen ahora en ustedes, en su vida.
Muchas veces se sentirán arrugados, rechazados,
ensuciados por la gente o por los acontecimientos."
Tendrán la impresión de no valer nada
¡pero en realidad su valor no habrá cambiado a los
ojos de la gente que los
ama!
El valor de una persona no depende de lo que uno ha hecho o no,
ustedes podrán todos los días volver a empezar
El valor de una persona no depende de lo que uno ha hecho o no,
ustedes podrán todos los días volver a empezar
y lograr sus objetivos
porque su valor intrínseco está siempre intacto.
porque su valor intrínseco está siempre intacto.